Amigos con derecho a roce.

Comienzo de una buena amistad. Hace cuatro años empece a trabajar en una multinacional, trabajaba de comercial y visitaba muchos clientes al cabo del día. Con unos clientes me llevaba mejor que con otros y la verdad es que tuve desde el principio una buena relación con Santi y Vero. Las cosas iban bien como clientes, ella conmigo se mostraba muy simpática, incluso cariñosa, cosa que a Santi, parecía no importarle mucho. Yo tenia veintiséis años, Santi treinta y cinco y Vero veintiocho. Vero, era guapa, no muy alta, un pelin gordita y con buenos pechos. Un día que quede en ir a cenar a su restaurante, me invitaron a tomar luego una copa por los alrededores cosa que acepte. En un momento que Vero, se fue al servicio, Santi me dijo, mi mujer esta loquita por ti, yo le dije a ti no te importa. El me dijo, ya hemos realizado varios intercambios y Vero es muy ardiente y no me importa que disfrute con otros hombres, ya que yo también disfruto con ella. O sea que le dije sin cortarme, os gustan los tríos, no? En ese momento vino Vero y dijo que habláis, que cuando me habéis visto venir os habéis callado. Santi dijo, nada le decía a Mario, que eres muy viciosa en la cama, la agarro del culo y se la llevo hacia ella. Vero dijo, si, pero no tienes porque poner en un compromiso a Mario, sino quiere, no quiere. Yo respondí rápidamente quien a dicho que no quiera. Entonces Vero, se acerco hacia mí y agarrándome el paquete, me dijo al oído, hoy me van a follar dos buenas pollas. Nos reímos los dos, nos tomamos las copas y nos fuimos a su casa. Por el camino, me morreaba con Vero, mientras Santi andaba solo a una distancia prudencial, para no llamar la atención. Antes de llegar a su casa, me apoye en un coche y me la acerque hacia mí, metí la mano por debajo de su minifalda y la quite las bragas, la toque un poco el coño, ya era tarde y no había gente en la calle. Estaba mojada, cuando pasaba Santi a nuestro lado, le dije toma Santi, las bragas de la cachonda de tu mujer. Las lamió con deleitación, mientras yo ya la había metido tres dedos en el coño a Vero. Se corrió enseguida y seguimos hacia su casa. Cuando subimos, se apresuro a desnudarme, mientras Santi, hacia lo propio con Vero. Yo estaba excitado y cuando me quede en pelotas, Vero vio un buen rabo dispuesto a satisfacerla, mientras Santi, había ido a por unas copas, cuando vino vio a Vero, sola con el sujetador y mamándome la polla como una loca. Santi dijo, que prisa tenéis joder. La dije para que estoy muy excitado y me voy a correr enseguida, no paro acelero, cuando me iba a correr la avise, pero la dio igual, se trago toda mi corrida como una ninfómana. Se levanto y dijo, ahora voy a por ti Santi, quiero que me folles, mientras Mario se recupera. Yo mientras Mario se la follaba, yo le chupaba los pechos, pues la quite el sujetador, Vero, se puso a cuatro patas, Santi detrás y yo debajo, la chupaba las tetas bamboleantes. Se corrió un par de veces con las embestidas de Santi, antes de Santi la inundara el coño de leche. Se puso de pie y mientras goteaba esperma por su coño, hizo algunas gracias, mientras bebíamos la copa y dijo, os he dejado fuera de juego enseguida. Yo sabia que lo decía para picarnos. Yo la dije si quieres ahora te doy yo por culo, mientras se la chupas a Santi. Dijo ahora vengo, se fue a la habitación a por un masturbador anal y se lo empezó a introducir con la ayuda de la vaselina, mientras la acariciábamos el coño y la morreabamos. Con esa vista no tardamos en estar excitado. Yo la dije quitate esa mierda de pene de goma, que ahora vas a recibir carne. Yo me tumbe en el suelo, ella encima de mí, se la iba metiendo poco a poco en su culo, mientras, se la chupaba a Santi. Yo ya sabia que iba a aguantar mas, por lo que la dejaba hacer a ella, le chupaba la polla a Santi como si fuera un chupachups que quería comérselo lo antes posible. Cuando tuvo mi rabo dentro, empezó prácticamente a saltar, yo no me lo creía, como la entraba y salía mi polla de su culo, se notaba que la habían dado bien por ese sitio. Se corrió dos veces, a mí reconozco que no me quedaba mucho, por lo que la dije te voy a llenar el culo de leche, en ese momento, Santi la regaba la cara con su corrida y gritaba lléname el culo ahora, que me corro otra vez contigo, acelero los movimientos y me corrí dentro de su culo. Nos movimos despacito, cuando me incorpore, se apresuro a limpiarme las gotitas que quedaban en mi pene ya flácido. Eran las dos de la mañana y al día siguiente había que currar, por lo que me vestí, la di un beso y un apretón de manos a Santi y le dije si queréis que lo repitamos no tenéis mas que decírmelo. Vero dijo asi lo haremos. Me fui para casa todo contento. Sabia que iba a disfrutar durante una buena temporada de sexo.

 

Si os ha gustado mi relato y quereis que lo pongamos en practica, o simplemente que nos conozcamos escribeme a [email protected]

 

Textos tomados del rincon de fidonet.

   
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